El Movimiento Sindical ante las Nuevas Formas de Organización del Trabajo

Autor: Héctor Lucena

En el artículo se hace referencia a los desafíos que deben enfrentar las organizaciones sindicales ante los cambios continuos de las formas de organización del trabajo en las empresas, causando un replanteo de los esquemas de acción de los actores en la relación laboral.
Para las empresas la importancia de la mano de obra radica, en el desempeño de las funciones y tareas en la organización de la producción, haciendo significativo para ellas el aporte que deben destinar para el recurso humano; a su vez en la contribución a la rentabilidad y la acumulación de capital que la misma brinda; y es que una empresa tiene objetivos que pude lograr solo a través del desempeño de la fuerza de trabajo que es la encargada de engranar y mover los recursos económicos.

Las empresas exitosas deben mantener una adecuada relación con la sociedad pero a pesar de frases emblemáticas que reflejan esta afirmación como “Lo que es Bueno para General Motors es bueno para Estados Unidos”, se observa que por la desigualdad al acceso o posesión de los recursos se origina una tensión entre las empresas exitosas y las sociedades en crisis, que de una u otra manera tal vez se solventa con la creación de la organización de los trabajadores permitiendo una comunicación directa patrono y trabajador para atender las necesidades. Para las empresas es primordial reflejar ante la sociedad una imagen favorable para la misma y para eso incluye en sus costos las partidas necesarias para desarrollar las acciones necesarias para que así sea.

El papel de las organizaciones de trabajadores es primordial para defender los derechos y satisfacer las necesidades que exigen los trabajadores de ser escuchados y atendidos y de esta manera mejorar las condiciones de trabajo y de vida de los empleados; con la interacción de los empresarios y líderes sindicales pueden convertirse en supraorganizaciones que asuman posiciones y roles que trasciendan a sus afiliados.

El autor menciona que los sindicatos están acostumbrados a ir a la calle y confrontar con otros sectores sociales y hace referencia al paro cívico en Venezuela en Diciembre 2002- Enero 2003, justificando su participación por la inexistencia de organizaciones partidistas que según corresponden asumir el liderazgo en la búsqueda de soluciones globales; atribuyéndose así esta actividad como una función de su competencia, la cual en opinión personal pierde la esencia de lo que realmente debe perseguir un sindicato que consiste en velar por brindarle a sus afiliados mejores condiciones de vida y no el conducirlos al abandono de su sitios de trabajo por ideologías netamente políticas.

En la actualidad se observa exclusión de un sector antes considerado privilegiado como es la clase media, porque el modelo económico y social así lo admite, es que esto no es más que producto de la corrupción y falta de demagogia para que exista un enriquecimiento dentro del gasto público al dejar intacta la exclusión. Al hablar de excluidos se refiere al segmento de población que no posee empleo y si lo tiene es inestable y mal remunerado sin protección regulatoria y sujeto a temporalidades. De aquí es que se refleja que existen personas más desprotegidas que cualquier afiliado o líder sindical.

Sin embargo las organizaciones de trabajadores ha tenido que enfrentar las transformaciones por las cuales pasan hoy en día las empresas, que las conduce a las reducciones, fusiones u otras formas empresariales que al final terminan sacando parte de la fuerza de trabajo y casi resultan impermeables al ejercicio de sindicatos. Pero a pesar de las incidencias negativas de dichas transformaciones experimentadas por las empresas se han obtenido resultados que dan lugar a la adaptación de los patrones organizacionales del movimiento sindical.